Automisión Dekar - Dos Gatos Perdidos

Dekar volvia de una pesada misión, afortunadamente exitosa. Sabia quedaba poco tiempo para el examen chunnin asi que decidio pasar al panel por si habia algo interesante, necesitaba algo no muy forzado, pero que le ayudara en su preparación. Un mensaje llamó su atencion

Dos Gatos Perdidos:



¡Mis hermosos niños, por favor, que alguien los encuentre, son mi tesoro, mi vidaaaaaa!
P.D: jugosa recompensa

<< Jugosa recompensa... el dinero también ayuda a un shinobi, si que si... >>

Dekar paso rápidamente a su panaderia, luego de bañarse y cambiarse de ropa partio en busca de los gatos perdidos. Aprovecho de tomar algunos refrigerios y galletas miau-miau, quizás podían servirle para tentar a alguno de los mininos.

Encontrar 2 gatos puede sonar sencillo al comienzo, no es lo que uno esperaría de una misión ninja, sin embargo ahí estaban y Dekar creía saber por que. El desarrollo de las habilidades van desde la cosa más básica hasta lo más complejo, buscar gatos perdidos era un ejemplo bastante clásico. Siendo técnicos una persona cualquiera podría buscarlo y llegaría o no a encontrarlo, pero para un shinobi era una forma de entrenar rastreo básico a su vez algo de lógica.

<< Los gatos pertenecen a una señora feudal, por lo que implica que están acostumbrado a buena vida, si están perdidos buscarían un lugar de caracteristicas similares, por ende lo que busco es una casa grande >>

Habiendo hecho una deducción lo suficientemente lógica, el siguiente paso era comprobarla, para eso requeriria de habilidades de rastreo, o en su defecto el conocimiento básico de la distribución de la ciudad. Afortunadamente Dekar conocia Kumo como la palma de su mano

En Kumogakure habían dos posibles barrios que concordaban con lo que buscaba. El primero al norte de la ciudad, donde estaban las residencias del kage y algunas de las familias más poderosas de Kumogakure. El segundo era un barrio antiguo, que aún conservaba casas grandes con hermosos jardines, dada la cercanía lo lógico era comenzar en el barrio antiguo.

<< Hhhmmm... una distribución.... por que mi pensamientos siempre parecen cosas raras... >>

Pasado unos quince minutos Dekar por fin se asomaba por el barrio viejo, las hermosas casas abarcaban casi una cuadra cada una, era justo decir que era una sombra de lo que fuese en el pasado quedando pocas casas del barrio, su abuelo le contaba que en sus años mozos iba a cortejar señoritas de buena familia por esos lugares, sin embargo termino con su abuela... Dekar nunca logro entender el chiste.

Buscar casas elegantes era una buscar una aguja en un pajar, decidió tomárselo con calma e ir por una ninja-cola, eso siempre le ayudaba a pensar. Al entrar al local mas cercano le basto poner un pie para escuchar...

- ¡Pequeño panaderoooo, tan pedido que anda ud.!

Por supuesto que conocia a quien atendia, era raro que no conociera a algun mercader de la zona.

- Buenos dias don Miguel, he estado algo...

- Ocupadooooooooooo, todo un ninja ahora ¿eh eh? ¿estas en una misión hipersecreta?

<< >>

Dekar odiaba el tono su voz

- Asi parece, estoy buscando una casa grande... la más grande.

El hombre se quedo pensando mientras Dekar iba raudo por su bebida para sali de ahi cuanto antes

- ¡La casa de los Zoaldyck!, es definitivamente la más grande del sector, siguiendo la calle paralela a esta hasta el final, no puede perderse.



<< Creo recordar a uno de sus hijos, estaba en el curso bajo el mio, era un año menor >>

- Gracias por su ayuda Don Miguel.

Dekar paso el dinero de la bebida.

- Nooooooooonononono ya le he caficheado suficientes buñuelos a su madre como para mas encima cobrarle, la casa invita.

<< Empieza a caerme bien este sujeto >>

- Muchas gracias por todo Don Miguel.

Terminada su conversaciòn y con su ninja-cola en mano, Dekar fue hacia la casa indicada.

Dekar se apresuro por las calles, la incertidumbre le pesaba. No era que la misión fuese tan importante, pero Dekar nunca habia tenido mascotas por lo que no podia comprender la perdida de esa mujer, si era su única compañia... la pobre realmente debia estar sufriendo mucho.

<< Los Zoaldyecks... espero poder conseguir algo de información >>

La ultima casa era tal cual lo había dicho Don Miguel, completamente diferenciable de las demás, su tamaño no solo era menor sino que también poseía una suerte de lago propio.

Los lugares asi siempre le habían intimidado, sin embargo "la vida", mejor dicho la felicidad de una mujer estaba en juego, no podía titubear en un momento como ese.

El paisaje a traves de la reja era majestuoso, se podia apreciar un jardin que bien podria haber sido un pedazo de eden, cuidado hasta cada detalle, de seguro algun jardinero, o varios, habian dejado parte de su alma en ese lugar

Irónicamente la forma de llamar era mediante un citofono, Dekar no estaba seguro como lograr obtener la atención, si preguntaba directamente por ese medio seria imposible leer las expresiones del interrogado. Había aprendido durante la academia algunas maniobras básicas de interrogación, quizás esta era una oportunidad en las que podría ponerlas a prueba con alguien que no fuese un familiar.

<< ... que demonios, vengo a preguntar por un gato perdido, no es anda del otro mundo >>

Dekar se armo e coraje y toco el botón que decía "Mayordomo"

- Mansiòn Zoaldyeck, ¿en que puedo servirlo?

La voz era profunda, seca, intimidante. Le pareció que esa era la voz de alguien que habia matado y probablemente jactado de ello delante de sus amigos. Luego hubiese matado a sus amigos para no dejar testigos.

<< Los gatos... los gatos... los gatos... >>



- ¡vendo galletas!

-...

La comunicación cesó al instante. Dekar comenzo a cabecearse contra la pared.

<< No puedo creerlo, menudo ninja >>

Pese a su auto-desilución decidio hacer otro intento, nada podia ser peor que su primer intento.

Tocó el timbre una vez más, la voz esta vez no fue tan cortes.

- ¡Lárguese!

- ¡Espere, por favor, espere!

Dekar no escucho el sonido caracteristico de el corte por lo que retomó la oportunidad.

- Lamento lo anterior, es una mala costumbre... soy un shinobi y me encuentro en una misión, esperaba me pudiese ofrecer su ayuda.

- ¿Ofrecer mi ayuda?

- Solo necesito que responda a mis peguntas, no le quitare mas de cinco minutos

- ¿Y despues dejas de molestar?

- ¡Prometido!

La voz se cortó y Dekar espero paciente frente a esa imponente entrada.

El hombre no tenia ninguna caracteristica intimidante, exceptoquizas por su horrible mirada y peliaguda voz.

- Tienes un minuto.

<< Habla en serio, necesito algo drastico >>

Dekar saco el anuncio de la mujer donde salia una foto con los gatos

-...

- ¿Los ha visto, me dijeron que se habian perdido en este vecindario?

Afortunadamente el hombre no le prestaba la suficiente atenciòn como para notar la mentira.

- Los vi hace dos dias, estaban mereodando en un local que esta en el sector.

- . . . ¿El bazaar de Don Miguel?

- Ese.

El hombre extendio el panfleto a Dekar y tras un bufido regreso a su casa.

<< Debi preguntarle a él sobre los gatos >>

Pese a los contratiempos Dekar sentia que llevaba alrededor de la mitad de la misión completa, habia encontrado el lugar, luego interrogado a un hbitante, solo faltaban buscar al gato y capturarlo.

<< Suena tan sencillo visto de esa manera >>

Dekar se dio unos minutos para terminar su ninja-cola, luego se puso a dibujar un mapa del sector. No queria enfrentar a Don Miguel nuevamente por loq ue empezaria la buqueda sin él.

Los gatos no podían estar tan lejos, probablemente en las cuadras en que comprendía el recorrido entre el almacén y la mansión a lo sumo una cuadra más, todavía eran pequeños por lo que su desplazamiento no debía ser tanto.

Su recorrido inicial le habia llevado principalmente por el sector sur de la zona delimitada, por lo que parecia un buen plan empezar por la zona norte.

Cruzo por su mente utilizar el sharingan, sin embargo la situación no lo meritaba, en estos momentos seria útil tener byakugan... aunque por otro lado eso impediría el desarrollo de sus habilidades de rastreo.

Decidio seguir una calle que seguia un pequeño riachuelo, quizas no era probable que los gatos se acercacen, pero estaba algo aburrido.

<< ¿Y si algo le paso a los gatos... o están en peligro? >>

Nunca había considerado esa opción, decidió que no era momento para perder el tiempo y empezó a recorrer las calles haciendo un caracteristico llamado felino

Habia recorrido casi toda la zona norte a gran velocidad, la imagen de los gatitos en multiples accidentes no lograba dejar su cabeza por más que lo intentara. Podia ver a la dueña llorando a los pies de los indefensos caidos...

<< Maldicioooooooon, es poco probable, poco probable >>

Dekar llego nuevamente hasta la mansión, por lo que decidio apurarse a recorrer el lado sur de su trayecto, empezaba a tener hambre, habian sido dias horribles, se sentia algo mareado y enfermo, sin embargo debia continuar, si se rendia en algo tan sencillo jamas lograria llevar a su grupo a la victoria, cada misión contaba, cada paso valia.

Finalmente Dekar había dado la vuelta completa, revisado cada pasaje, cada casa. Norte y Sur... y ni rastros de los gatos. Las piernas le dolían, estaba exhausto, cansado, con hambre y migraña... parecía que la misión estaba destinada al fracaso.

<< Lo siento por la señora... y los gatos, pero no tengo más ideas... un momento... ¿No estarán en el otro barrio? Quizás ese hombre solo había dicho algo para hacer que me fuera... ¿ Debía interrogarlo de nuevo? >>

Cuando se planteaba enfrentar a ese hombre pudo ver una extraña sombra del pasillo contiguo... ¡Era el gato!, por lo menos uno de ellos.

<< Comienza la caceria >>

- Cuchiiiiiiito cuchiiiiito

<< Acercate animal infesto, me tienes chato y yo pensando que estabas muerto >>

El gato miro desconfiado a Dekar, era bastante pequeño pero muy simpatico.

<< Quizas exagero el tema, debe ser por el hambre >>

Cuando el shinobi se acerco al gato, dejando de hacer el llamado este salio hecho un bolido hacia una casa

- ¡GATO DEL DEMONIOOOO!... CHUCHITO-CUCHITO

<<>>

El pequeño animal no solo era escurridizo, sino que también veloz. Eso sumado a que Dekar estaba cansado, era tarde, con hambre, entre otros problemas internos harian que esa captura se tardara.

<< Esto es ridiculo soy un shinobi, un shinobiiiii >>

Dekar trató de hacer algún movimiento especial para detener la fuga, pero su reserva de chakra estaba vacia, era solo Dekar contra el gato, y si Dekar hubiese tenido que apostar en esos momentos le habria apostado al gato. Despues de todo era un negociante de tomo y lomo, ganar dinero de ese modo seria una ganancia facil.

El pequeño felino arecia burlarse de Dekar a medida que se empezaba a quedar a tras, el pequeño panadero estaba perdiendo.

<< No me puede estar pasando esto... ¡tengo que hacer algo! >>

Entonces lo supo, habia sido un bobo, tenia planeado algo de antemano para estas situaciones, por algo habia pasado a la panaderia.

* Dekar se detuvo y saco de su bolso las afamadas galletas miau miau, unas delicias de genjibre con forma de pequeños gatos.



El minimo al ver que su jueguete se detenia se acerco curioso, queria seguir jugando, sin embargo al ver que Dekar dejaba en el piso algo que olia bien se acerco a comer.

<< 1 de 2, gato capturado >>

Dekar decidio que la mejor manera de afrontar su situación actual era ganandose la confianza del gato, mientras lo alimentaba le empezo a hacer cariño en la cabeza, luego en la barriga. Pasado algunos minutos ya eran grandes amigos.

El gato parecía quería retomar su juego, sin embargo Dekar tenia otra cosa en mente, necesitaba que el gato-amigo le guiara donde estaba su hermano desaparecido. Dekar se adelnato y fue esta vez él quien perdio al gato, o por lo menos eso le hizo creer. El gato se demoro en hacer algo, se dio un par de vueltas y luego jugo con su cola.

<< vamos... vamos... >>

Por último ya aburrido de si mismo, emprendió rumbo a "casa"

El gato no parecia apurado, y a esas alturas tampoco lo estaba Dekar. Esas galletas habian apaliado algo su hambre y aunque estaba cansado veia como su plan llegaba a buen termino.

<< Espero que esto funcione >>

El camino empezaba a hacersele familiar, aunque era justo decir que ya habia recorrido todo el barrio, muchos sectores incluso en mas de una ocasion. Una pareja le vio al shinobi siguiendo un gato.

- Pobre, misión D

se le escapo al hombre, más Dekar prefirió no mirarle y continuar con su captura. Finalmente el gato estaba entrando a un lugar, al darse cuenta de que se trataba del bazaar de Don Miguel, Dekar realmente queria morirse.

- ¿Don Miguel?

- ¿Dekar... volviste por un refrigerio?

El hombre habia tratado de manera algo evidente el ocultar al otro minino que tenia entre sus brazos, pero el otro en el suelo aún le hacia fiesta. Dekar creyo comprender lo que sucedia ahi.

- Don Miguel... entiendo se haya encariñado con ellos, pero su ama los necesita y ellos a ella.

El hombre empezaba a derramar lagrimas, Dekar se acerco y le puso la mano en el hombre con gesto conciliador.

- De seguro puedo lograr les deje visitarlos... ¿estaria bien eso con usted?

- Si... lo siento... sabia del anuncio, pero no tuve el coraje...

- Comprendo...

Dekar dejo que el hombre se despidiera de los mininos, prometiendole que intercederia con la dueña, antes de llevarselos a Raikage-sama. Una misión exitosa, pese a todas las penurias