My New House

Despues de mi largo entrenamiento como el Espadachin de Hiramekarei, decidi regresar a mi tierra a la casa de mis padres, pero al llegar estos habian fallecido; Kirigakure no Sato estaba pasando por una temporada de muchos cambios Lady Anna Uchiha, se habia ido; fue la ultima kage que conoci...



En las calles se rumoraba que despues de ella un patetico Kage conocido como Hiei habia tomado el control y habia llevado a Kirigakure no Sato a la ruina... me llene de coraje al saber eso, pero mi deber como espadachin de Hiramekarei era proteger al Mizukage... decidi ir a hablar con el Mizukage para que me entregara una casita, pequeña que se encontraba al lado del santuario de Hiramekarei, la sagrada espada gemela que aun conservaba Kirigakure... Al llegar a hablar con el Mizukage era otra persona, no era el patetico Hiei del que se hablaba, sino una mujer hermosa como lo habia sido Anna Uchiha... esta era Lady Mei Terumi, su belleza era inigualable y su compasion por los miembros de Kirigakure era mas grande que el amor de una madre a un hijo.

Con ella llegue al acuerdo de que me diera la pequeña casita y el santuario de Hiramekarei, con los 10 Monjes que hay vivian como mis sirvientes, o mas bien como sirvientes de Hiramekarei, lo que quisiera la espada en este caso el portador, harian ellos. Yo la verdad soy demasiado timido y sencillo asi que no pediria mas que vivir comodamente en esa casita. Una cama doble ordenada, una pequeña cocina y un meson para 2 personas era suficiente para mi.

Al llegar me recibieron 5 de los 10 monjes, los demas se hayaban arreglando la pequeña casa para mi.

-Eh... Mucho gusto... soy Chojuro, el portador de Hiramekarei. Creo que la Mizukage, ordeno darme este Santuario... y la pequeña casa que esta al lado de esta, la verdad soy muy humilde solo quiero, la casita Hiramekarei podra vivir con ustedes, hasta que valla a hacer misiones... hay si que vendra conmigo.-



Estos solo, se inclinaron, al parecer habian tomado un voto de silencio, tomaron a Hiramekarei y me guiaron a conocer la casa, no habia mucho que conocer, era realmente pequeña... pero tal como yo queria; despues de esto me guiaron al gran santuario que solo era un gran pasillo y un lugar donde colocar a Hiramekarei, el santuario era inlcuso mas hermoso que la casa de Lady Mizukage. Los 10 Monjes me hicieron camino de honor para colocar a Hiramekarei en su sitio.



Al colocarla en su lugar, me sacaron del santuario con velocidad... solo cuando necesitara a Hiramekarei entraria y la tomaria, despues la dejaria de nuevo en el santuario... ni mas ni menos.

"Al parecer mi estadia aqui va a ser larga y aburrida... bueno ire a ver a Lady Mizukage a presentarme ante ella, con a seriedad que merece el caso."

Una vez mas regresaba exausto, cansado de mi vida... con el mayor deseo de irme a dormir, pero no tan cansado como la vez, pasada... esta vez el entrenamiento habia sido mas maravilloso que nunca, le habia demostrado a mi voz asesina que podia ser poderoso sin el, pero me habia dicho la verdad, siempre necesitaria de ella, asi que esta vez aprendi, que debia de aliarme con el, para pedirle ayuda y no pelearme para q no me robara el cuerpo.

"Fuuuu dormire un buen rato"

-¡CHICO DESPIERTA LA ALDEA SE ESTA VOLVIENDO MIERDA!!!!-

Una vez mas mis voz asesina me despertaba, pero esta vez tenia razon un demonio atacaba la aldea y solo yo y otros mas podiamos detenerlo. Sali corriendo, al santuario a coger a Hiramekarei pero los monjes no me querian dejar porque podria salir dañada, esta vez no me importo; agarre a Hiramekarei y me largue, tenia que ir a donde Lady Mizukage a hablar de su plan