Automisión Naraku - Marioneta hogareña

Normalmente Naraku dejaba una de sus marionetas en el hogar, para atender requerimientos o dar información relevante. Era basicamente su mayordomo personal, esto era bastante comodo por que el joven gennin podia ocuparse de labores hogareñas mientras seguia su vida ninja. La marioneta pocas veces salia de la casa, solo a compras en negocios locales o ahuyentar a un cartero entrometido, nunca le habia gustado que su base (casa) se viese sola y tener una marioneta vigilante estaba de acorde a la situación.



Sin embargo en contadas ocasiones cuando la situación asi lo requeria era necesario moverla, nunca muy lejos de los terrenos de Kirigakure, y su ida al puente Naruto fue una de aquellas ocasiones.

Era un dia bastante soleado, apenas habia restos de neblina en los alrededores cuando la marioneta de Naraku salio de la ciudad para dirigirse al puente Naruto, hacia una semana el shinobi habia encargado 250grs de Nuez hiba-hiba un elemento esencial para sus experimentos, ademas de ser un excelente sasonador de pescado. Sin embargo su proveedor no habia dado señales de vida lo que implicaba que algo habia sucedido. Normalmente eso no le hubiese molestado y habria esperado pacientemente a que llegara, pero las cosas en la aldea empezaban a moverse y debia estar preparado.



Gracias a eso la marioneta habia emprendido el rumbo hacia la localización de su proveedor, un pueblo que se encontraba justo pasado el peculiarmente denominado, puente Naruto.

El paraje era bastante frondoso, parecia hacerse más espeso a medida se acercaba a la aldea, tenia la vista del mar a un costado lo que aliviaba en algo su tedio, era bastante relajante caminar por esos senderos.



( Nunca habia pasado por estos lados, no esperaba quedaran parajes que me sorprendieran por estos lados )

Pero la combinación de mar y bosque era algo que los ojos de Naraku no podian dejar pasar, un deleite de momento. La marioneta siguio moviendose, acercandose paso a paso hasta el puente Naruto.

( Que falta de originalidad el nombre ese )

Pese a su extraño nombre el puente dejaba una impresión bastante potente, era de gran extensión y era bastante concurrido, seguramente habia sido formado como una ruta comercial entre en continente y la isla a la cual ahora se dirigia.

( Me pregunto si podre conseguir precios más baratos por este sector )



Naraku nunca se habia cuestionado el venir el mismo por sus esencias, la verdad era que no eran del todo baratas y teniendo marionetas a su disposición no habia inconveniente en hacer esos trayectos relativamente cortos.

El puente no solo tenia los atributos que viese a su llegada, su estabilidad era impecable, se notaba que quien quiera fuese ese tal arquitecto Naruto era bastante habil, quizas no imaginativo, pero sabia hacer su trabajo. El paseo era bastante concurrido, gente carretas, sin embargo la estructura era firme, quizas podria soportar una fuerte ola... debia hacerlo, despues de todo su locación lo ameritaba.

( Necesito información )



Naraku se acerco a una anciana

- Buenos dias Madame, seria tan amable de decirme exactamente donde se encuentra el pueblo de la gruta del rio.

La mujer, al principio extrañada por el atuendo del hombre fue encantada por sus corteses palabras y sutiles gestos.

- Que jovencito tan amable... ¿es un jovencito no, o tal vez un galan de 80 años es quien se esconde tras esa mascara?

La verdad era que la edad de Naraku era más que la de esa mujer, pero dadas las circunstancias era un dato que preferia guardarse para si mismo y no andar comentandolo con cualquier extraña.

- Lamento decirle que tan solo tengo 25 años

- Lastima... lastima...

- La aldea.

- ¡Claro, no tiene donde perderse, una vez terminado el puente siga el camino principal no esta lejos!



Naraku cogio la mano de la mujer y la beso mientras se arrodillaba.

- Muy agradecido.

Dicho esto y dejando una ruborizada mujer atras Naraku continuo su camino

Por fin podia ver el final del puente, una leve brisa marina le daba la despedida, aunque era justo decir que tendria que pasar por ahi a su regreso, asi que solo era un hasta luego. Al final del puente habia un llamativo bazaar, Naraku decidio dar un vistazo, quizas podia encontrar lo que buscaba a un buen precio y ahorrarse elr esto del viaje.



Habia una gran diversidad de productos, parecia que lo más caracteristico de la zona eran las telas de variados colores. Aunque habia visto ninjas usando colores más llamativos. Tras dar algunas vueltas logro divisar una sección donde vendian plantas, hierbas, frutas, esenciasentre otros, era el lugar ideal para buscar las nueces Hiba-Hiba y quizas algun otro souvenir

Tras un par de vueltas por fin habia dado con un local que tenia las afamadas nueces, sin embargo estaban a un precio 2,3 veces mauor que lo que el las conceguia normalmente.

( Es una locura, vine hasta aqui deberian ser más baratas... )

Naraku empezo a entender que tal puesto no era más que una trampa para turistas, al estar en la puerta de entrada ponian precios más caros y engañaban a los consumidores para que gastaran más fondos.



( Una idea bastante astuta, pero no lo suficiente )

La marioneta con abrigo de babuino dejo el bazaar atras y volvio a retoamr su rumbo original

El verdor del camino se incrementaba sin embargo el follaje con grandes arboles quedaba atras, era despues de todo, una isla aparte del continente y no necesariamente debia compartir todas las caracteristicas en su flora y fauna. El pasto parecia extenderse por casi toda la zona... ¿una estrategia comercial?, quizas lo habian plantado especialmente para dar ese efecto, pues si era asi realmente funcionaba.



( Parece se han esforzado por incrementar el turismo y comercio )

Los carteles de señalizaciones estaban muy bien detallados, los jardines bien cuidados, se notaba que era el resultado de un esfuerzo colectivo de la comunidad por mejorar sus tierras y darle un toque llamativo a la zona entera.

Tal y como la anciana habia vaticinado llegar al pueblo no tenia demasiada complejidad, habia llegado sin mayores novedades al pueblo de donde er originario don Bil, su proveedor. Sin embargo jamas habia tenido hasta ahi por lo que no tenia idea donde vivia el hombre.



( Debo pedir nuevamente información )

Naraku diviso esta vez a un anciano, su rostro no decia mucho pero era preferible ir con alguien mayor, era mas probable que tuviera información que alguien joven, en general gran parte de la vida de esa gente es conocer a los otros de su edad de la localidad.


- Disculpe, podria hacerle una pregunta...

- Hmmm... claro... señor mono.



( ... )

- No... soy un mono.

- Hmmmmmm... claro.

Naraku decidio no darse la molestia de hacerlo cambiar de opinion, la verdad era que su expresion lo decia todo.

- Necesito me diga la locación del forrajero Bil.

El anciano se veia más confundido que al comienzo, si eso era posible, Naraku tuvo que esperar siete minutos y medio hasta que le diera una respuesta, no es que los estuviese contando.

- Esta doblando la esquina en la casa amarilla.

- ...

Dicho esto el hombre cogio su extraña vaca y se amrcho sin decir palabra



- ...menuda perdida de tiempo

La verdad la gente de ese lugar era bastante peculiar, pero tambien estaba el punto de que Naraku usaba un traje extraño y llamativo, quizas eso habia ayudado a confundir al pobre viejo.



( Debo ser paciente, estoy cerca de mi objetivo )

Mientras inconcientemente veia al extraño hombre y tenia la sensacion de conocerlo, Naraku emrpendio rumbo hasta la casa señalada por el anciano, esperando fervientemente que el hombre no le hubiese dicho el primero lugar que cruzara por su cabeza

Las pequeñas calles tenian casas con jardines lo suficientemente amplios, parecian que los tamaños no variaban mucho unos de los otros, todas pensadas en familias con al menos dos hijos, la verdad habia algo que le incomodaba ritundamente por lo que decidio apresurar el paso.



Al llegar al lugar señalado pudo efectivamente divisar una casa amarilla con facilidad, era de dos pisos con detalles de madera pintada color azul marino, el patio frontal era acojedor, el tono era verde amarillento, casi sacado de un cuento de hadas o de una pintura de un renombrado artista, era el paraje campestre ideal, sin embargo no se podia ver nadie en ese lugar, Naraku miró a los alrededores hasta que vio un tenue cordelillo que atravesaba todo el partio hasta llegar a una campana en la pared de la casa. Dio un par de tirones y la campana retumbo dos veces, en unos instantes una mujer salio por la puerta color azul.

Una anciana mujer vestida en traje ceremonial de sacerdotisa salio a recibirle, tenia cabellos grisaceos y un parche ensu ojo derecho.

- ¿En que puedo ayudarle?. La mujer miraba desconfiada al encapuchado y le hablo desde la puerta.

Sin embargo las palabras de Naraku siempre eran bien recibidas por la gente con edad y experiencia.



- Disculpe que la molesta estimada señora, mi nombre es Naraku, me informaron que el mercader de especias Bil vivia en este lugar, verá, el me tenia un encargo y no ha aparecio por mi hogar. La mujer asentia. - S i no las necesitara con premura no habria hecho el viaje hasta aca

- Espereme unos minutos.

Tras eso la mujer desaparecio tras la puerta azul.

Naraku espero algunos minutos mientras se distraia con una pareja de aves que jugaba en el jardin, cuando la puerta se volvio a abrir las aves salieron volando y continuaron su danza en los cielos.



Pese a que por fin dejaba la puerta la mujer se veia extremadamente seria.

- Lamento las molestias. Dijo con voz seca. - Mi marido tuvo un accidente la semana pasada y no ha podido moverse, lo peor es que no posee todas las direcciones de sus clientes como para haberles avisado, le agradece de todo corazón de que se haya tomado la molestia de venir... y me dijo que por eso le hiciera un descuento por sus molestias



- No tiene por que, yo soy el cliente y vine por mi propia voluntad, el precio habia sido preestablecido de antemano.

La mujer saco una pequeña bolsa y se la paso a Naraku, este en respuesta le dio un paquete con el 100% del dinero pactado.

- Debe ser una situación dificil, me parece lo necesita más que yo.

Por primera vez la mujer sonreia.

- Muy comprensivo.

Dicho esto, Naraku procedio a retirarse, esperaba el camino a casa fuera tan agradable como su venida.

( Vere si puedo revender el excedente en ese bazaar )



Naraku emprendio el regreso a casa.