Automisión Naraku - La manzana más roja

Mientras la marioneta hogareña de Naraku hacia los mandados pudo encontrarse con una pequeña niña que lloraba, no era su costumbre pero estaba lo suficientemente aburrido como para escucharla, al parecer su abuela estaría de cumpleaños pronto y quería hacerle algo especial, un postre que ella misma le había enseñado sin embargo no encontraba el ingrediente clave. Una manzana roja. En la estantería de frutas estaba lleno de manzanas rojas lo que le pareció extraño a Naraku, por lo que pudo entender de los lamentos de la niña ella necesitaba una manzana roja perfecta como la de las historias que su abuela le contaba, decía que en kirigakure había un arbol que daba las mas hermosas y deliciosas frutas, de un color rojo intenso perfecto. La niña deseaba esa fruta con todas sus fuerzas y al parecer estaba dispuesta a hacer un requerimiento en la oficina de Kirigakure trajera tan preciado bien, Naraku estaba pensando en hacer alguna misión D con su marioneta por lo que era una situación ideal.

Desde épocas inmemoriales la manzana ha sido una de las frutas mas apetecidas en el mundo, dado por su larga temporada y por su exquisito sabor, recetas de todas índoles la utilizan desde comidas calientes, algunas ensaladas e infinidad de postres. La niña, su cliente, quería hacer una surte de batido de manzana dentro de un bizcocho dulce y cubierto por una capa de glaseado y salsa de arándanos, lo màs importante era la decoraciòn de la cubierta que requeria una manzana roja cortada de una forma especial que asimilaba una rosa, y he ahi donde Naraku entreba en acciòn, las manzanas del mercadoe staban bien para el relleno sin embargo no para la decoración del pastel, ella queria con todas sus fuerzas hacer algo especial y para eso necesitaba una fruta distintiba, una manzana roja del "afamado" arbol en la zona del puente de Naruto.

Antes de emprender rumbo Naraku, o más bien dicho Naraku a través de su marioneta, había decidido tener una plática con su cliente, necesitaba cualquier información sobre ese extraño árbol del cuento, pues era más que probable que solo fuese un cuento y eso implicaría un fracaso en su misión incluso antes de empezar. La niña le contó que su abuelo efectivamente lo había encontrado y que le había traído una enorme manzana roja el dia que le propuso matrimonio a su abuela, era una historia conocida por toda la familia, sin embargo su abuelo se había ido al cielo con el secreto de su locación.



Naraku pudo corroborar eso con el padre de la niña, por lo que aparentemente no era una árbol ficticio, también le pregunto el porque su hija se empeñaba tanto en preparar tal regalo para su abuela, de seguro ella estaria encantada con cualquier manzana mientras su nieta se hubiese esforzado para hacer el postre. EL padre le dijo entonces que ese probablemente seria el último cumpleaños de su madre y que su hija lo intuía.

Despues de las platicas con su cliente y con su padre Naraku habia emprendido su viaje hacia el puente de Naruto, habia tenido algunas misiones por esos lugares lo que le daba conocimientos suficientes del sector, si lograba llegar al final del puente de Naruto habria un bazaar, recordaba varios puestos de frutas y verduras, era probable que los lugareños especializados en el teme tuviesen mas informaciòn al respecto sobre el arbol dela niña y sus rpeciadas manzanas, quizas no era solo un árbol sino una cepa que se daba por la zona, si estaba en lo correcto podria encontrar la fruta roja en el mismo mercado. Naraku empezo a concentrarse en su última instancia y ver cada lugar por el que habia estado, como poseia memoria eidetica podia reordar cada detalle aunque solo lo hubiese visto por un segundo si asi se lo proponia, en su mente pudo ver los puestos de frutas y verduras, muchos de ellos con manzanas rojas, sin embargo ninguna resaltaba de las tradicionales que se veian en la aldea oculta entre la niebla

Lo mejor que podia hacer era ir y comprobarlo por si mismo, después de todo la vez que fue iba a por nueces, pero paso estuvo más en el sector de cereales secos y no en el de frutas y verduras propiamente tal, aún había esperanza de que se pudiese ver la fruta en alguno de los locales, aunque Naraku entendía que era poco probable, después de todo si la fruta es tan increíble como decían los miembros de esa familia lo lógico era que siguiese el trayecto comercial hasta Kirigakure, se podía pensar de que quizas habian pocas y no las suficientes para la exportación, ese era el mejor de los escenarios, mientras que el peor fuese que era realmente un árbol raro y difícil de localizar.



( No... el peor de los escenarios es que tan solo sea una historia inventada, despues de todo hasta ue no lo corrobore con los lugareños solo puedo especular, quizas el árbol en realidad no existe. )

Era sorprendete lo tranquilo que eran esos parajes, especialmente siendo que aún estaban en los alrededores de Kirigakure, el paisaje seguía tan bello como siempre, siempre que andaba por ese lugar se daba tiempo para ver el paisaje, era cierto que si se concentraba podia recordarlo con lujo de detalle, pero cada vez que pasaba por ahi podia ver los cambios provocados por el pasar del tiempo, se podia ver que protno llegaria una nueva temporada y el clima afectaba la vegetación del lugar, las ojas verdes eran reemplazadas por tonos amarillos, rojos y cafes.



Mientras hacia un recordatorio de la zona y la comparaba con la actualidad pudo ver en su mente el registro de unos manzanos, no estaban del todo lejos de ahí aunque debía desviarse un poco del camino hacia el puente, sin embargo valía la pena probar suerte, nunca se sabia si podían corresponder al árbol de la niña que guardaba las misteriosas manzanas.

Tal como recordaba aún podían verse una zona con manzanos desde el camino, estaban algo lejos pero la marioneta de Naraku emprendió rumbos a ellos con calma, no tenia apuro y quería asimilar cualquier detalle que pudiesen serle útiles. La zona estaba llena de arboles con frutas rojas entre sus ramas, eran efectivamente manzanos creciendo en un área silvestre, Naraku se acercó para revisarlos, no era un experto en el tema sin embargo tenia conocimientos avanzados en forrajeo quizás le serian útiles para saber si estaba frente a las frutas correctas o no.



Lo mejor que pudo hacer es recolectar frutas de distintos arboles mientras les ponía marcas y anotaba en una libreta, trato de obtener las mas grandes, rojas y brillantes posibles, a simple vista no se veía ningún árbol que solo tuviese frutas rojas y hermosas, pero necesitaba hacer una investigación con bases si quería estar seguro de sus decisiones.

Naraku se sentó un rato en el pasto, no por que su marioneta estuviera cansada, pero necesitaba ver detenidamente las manzanas recolectadas y esa era la mejor manera así poder ir escribiendo datos sobre las frutas. Tomo en cuenta diferentes cararteristicas como lo eran tamaño, color, suavidad, cantidad de hojas, liquido interno entre otros, anotando cuidadosamente los datos. Lamentablemente habia un factor que no habia considerado, e sabor, al estar usando una marioneta perdia la capacidad del gusto y no podria hacer nada al respecto pues traer a su yo verdadero hasta ese lugar era imposible y buscar ayuda para algo asi era demasiado patetico. Decidio que tendria que basarse en las otras caracteristicas para ver si tenia la manzana indicada, lo que dado por los cuentos de la niña, debia tener todas esas caracteristicas y más en perfecto estado según ellas en todas sus frutas y Naraku no pudo encontrar ua sola manzana que cumpliera todos los parámetros, mucho menos pensar en un arbol cuya totalidad de frutas las tuvieran.

Los resultados corroboraron lo que Naraku esperaba, ninguno de esos arboles tenia una sola manzana que cumpliera todos los requisitos, no era que realmente esperara que ese árbol mágico estuviese asi, pero no lo necesitaba, no realmente, solo requeria una manzana perfecta, encontrar o no el arbol no era la verdadera meta, pues perfectamente podía ser un invento de un viejo loco que se disperso entre la familia, un viejo loco enamorado, pero de todas maneras no le servia mucho esa información.



( Una manzana perfecta, es todo lo que necesito, ya tengo datos para obtener promedios, necesito una grande que supere el diametro medio de las manzanas y tenga el color adecuado )

Sabia encontrar una manzana perfecta era dificil, pero a diferencia de encontrar el arbol del abuelo de la niña, el manzanero perfecto, esa tarea era real, viable, no una caseria de hadas sacada de la mente de una niña.

Naraku emprendió rumbo al camino principal dejando las manzanas atrás, por lo menos habia obtenido datos suficientes, no necesitaba ir por el arbol, solo por la fruta y sabia exactamente donde buscar, su paradero inicial, el bazaar al final del puente Naruto. SI no podia encontrar una manzana con tales características ahi no podria hacerlo en ningun otro lugar, aunque no podria ver algunos parametros dado que no estaria bien empezar a abrir todas las manzanas, debia enfocarse en tamaño, color y suavidad.



Camino hasta que pudo ver el camino y una vez ahi emprendió una vez más su rumbo siguiendo la senda principal, aunque no podia evitar mirar los alrededores por más manzanos, sin embargo parecia que los últimos revisados eran los únicos de esa zona. Por lo que continuo por la carretera hasta que por fin diviso a lo lejos la ciudadela pre puente Naruto.

Por fin divisaba el puente Naruto, la aldea previa no era tan turistica por lo que lo recomendable seria pasar de largo, cruzar el puente e ir directamente al bazaar. Camino por las calles del pueblo de todas maneras, no se perdia nada. En su camino encontro un pequeño mercado local pero por más que busco tan solo tenia manzanas corrientes.



Preguntarle a los lugareños no era mala idea, sin embargo parecia mejor el apurar el paso hasta el bazaar, ahi de seguro el flujo de información era mayor, a veces los lugareños son bastante reservados con sus secretos y Naraku no queria demostrar demasiado interes en el tema para no llamar la atención, nunca se sabia con quien estaba tratando en esos lugares. Cruzar la "ciudad" no le tomo mucho tiempo hasta que por fin llegó hasta la construcción más llamativa de toda la zona, el puente Naruto.

El mar no estaba tan calmado como durante su ultima visita, pero el chocar de las olas visto desde ese lugar era impresionante, ademas que gracias a la gran construcción en puente casi no se movia de su posición original, no le sorprendio no ser el único ahi que miraba el espectaculo, la verdad que era un paisaje atesorable y el chocar del mar contra el puente provocaba un sonido estridente pero armonioso. Se quedo unos minutos disfrutando el paisaje, hasta que las miradas de los espectadores empezaron a pasar del hermoso mar hasta el hombre con disfraz de mono blanco, supo entonces que era buen momento para emprender la retirada.



El camino por el puente estaba tan transitado tal cual como lo recordaba, carretas con multiples mercancias iban y venian de un lado a otro, muchos lugareños pero por sobre todo turistas, Naraku aún recordaba que un pueblo más alla del puente estaba idealmente condicionado para recibir gente que venia de visitas y vacaciones a la zona, habian procurado mantener hasta el más mínimo detalle.

El puente empezaba a quedar atras y ya podia verse el bazaar, sus coloridos techos hechos de telas, las alfombras en el suelo llenas de de cachureos y por su puesto, vendedores y clientes en un interminable regateo por los precios de los productos, aunque la de ganar la tenian los vendedores pues Naraku se habia percatado que los precios del lugar eran bastante inflados y aunque aparentaran "ceder" ante el cliente ellos ganaban por mucho. Sin embargo él solo necesitaba una manzana, no importaba que tan rara fuese la verdad era que no podia ser un precio demasiado alto, de todas maneras esperaba que la manzana roja de la niña estuviese en ese lugar.



Se dirigió a la zona este del bazaar, ahi habia buscado en su tiempo nueces para una misión, sin embargo recordaba que por ese sector tambien estaban los puestos de frutas y verduras, aunque en ese entonces habia procurado evitarlos por la gran cantidad de gente que atraian sin embargo ahora debia pagar el precio, de haber pasado siquiera por ellos podria recordar frutas y rostros de la gente.

Por fin arrivaba a la zona de frutas y verduras, habian muchisimos más puestos de los que jamas hunbiese podido imaginar. Era dificil ver por donde empezar, todos mostraban frutas y verduras relucientes, era imposible ver una por una cada manzana de cada puesto de venta, se demoraria milenios, Naraku trato de pensar una estrategia para partir. Naraku miro los alrededores, mucha gente compraba en todos los lugares, habia mucho ruido por el lugar.



( Quizas si presto atención a los rumores, que dicen... es demasiado ambiguo )

Naraku trato de pensar algo mejor, rumores en un lugar asi habrian muchos, necesitaba una idea genial. Empezó a pensar en su situación, en la historia de la niña y el padre, en la aventura del abuelo. Entonces supo que tenia que hacer, la respuesta no era tan logica pero si lo que requeria era tanto información como la manzana, historias antiguas... debia ir a locales atendidos por gente de edad, mientras más ancianos mejor.

Pudo localizar un local atendido por una mujer anciana, tenia manzanas realmente bonitas sin embargo su diametro, al igual que todas las que habia visto, eran de tamaño normal, solo manzanas bonitas, pero ninguna como la del cuento. Naraku observo varias manzanas, a diferencia de lo que hubiese pensado la mujer no se quejaba, al contrario, parecia gustarle que fuese exigente en su busqueda. SIn embargo por más que buscaba no veia lo que buscaba, la anciana parecio percatarse y fue ella quien tomó la iniciativa.

- Disculpe joven, ¿acaso tienen algo mis manzanas?

Naraku entendio que el gesto que hacia, el buscar y bucar era un gesto descortes con la mujer por lo que hizo un gesto para introducirse y disculparse.



- Lamento el malentendido, su fruta es de excelente calidad madame... pero donde estan mis modales, mi nombre es Naraku y vine aca en busca de una manzana roja.

- ¿No tiene enfrente la que busca acaso?



- Por desgracia no, fue enviado por una pequeña en una misión por encontrar una manzana muy especial, proveniente de los relatos de su abuelo y quizas de su imaginación tambien...

La mujer sonrio, sonrio y empezó a describir la manzana tal cual la historia de la niña

- Del tamaño de un melon, dulce como la miel, de un rojo carmesi envidiable hasta por la rosa mas bella, con un aroma que recuerda la primavera... ¿Buscas una manzana de esas caracteristicas no es asi?

Naraku temio lo peor, la entonación con que lo habia dicho era la clasica de un cuento de hadas, temia el formular la pregunta, pero era su deber aunque aquello implicara corroborar que toda su misión habia fracasado desde su comienzo, la mujer esperaba la pregunta y si era para reirse de que un adulto aún creyese en tales cosas no estaba seguro de poder controlarse del todo, ademas estaba la felicidad de la pequeña en juego y más comprometedor aún, el dinero de la niña para pagar la misión.



- ¿Acaso lo que busco es algo salido solo de un cuento?, por favor sea sincera conmigo.

La mujer no mostraba expresiones claras, Naraku no podia interpretar sus gestos, parecia que gozaba dejarlo en dudas, pero luego de disfrutar unos minutos la anciana decidio por fin hablarle al shinobi, estaba claro que la mujer conocia la verdad.

La mujer se dio el tiempo de prender una pipa, la manejaba como si tuviese años de experiencia en su manejo, y probablemente asi era, su mirada parecia estar en otro sitio, perforando el cielo y viendo hacia el pasado, los ojos de la mujer se habian vuelto vidriosos por lo que se dio fuerzas aspirando una larga y profunda bocanada de tabaco.

- El arbol de esas manzanas es real y se su locación, sin embargo has traido recuerdos tormentosos a mi corazón por lo que te pedire un precio alto.

Era el peor de los escenarios ára Naraku quien sobrevaloraba el dinero, pero las palabras de la mujer habian sido ambiguas, quizas no todo estaba perdido.



- ¿Cual es su precio?

- Que escuches la hitoria de esta anciana

Ella sonrió, no estaba seguro si por que le habia hecho gracia su actitud o el gesto de alivio de Naraku habia sido descubierto. Él hizo un gesto de que por favor prosiguiera, lo que dio pauta a la mujer para que empezara su relato

Cuando era niña tenia dos intimos amigos, eramos inseparables, jugabamos juntos, ibamos al colegio juntos, nuestras vidas fueron complementadas entre ellas de manera que me es dificil describir. Pero llegado el cumpleaños de mi amigo número doce sus padres decidieron irse de Kirigakure, yo y mi amiga estabamos destrozadas, queria por todos los medios que nuestra amistad perdurara para siempre y recorde sobre un juramento que mi abuelo me habia enseñado, si se plantaban semillas de manzanas en conjunto la amistad perduraria por siempre y sus vidas volverian a encontrarse, fue asi como las plantamos en mi propiedad a las afueras de la ciudad, tres hermosos manzanos crecieron entrelazados uno al otro formnando un gran manzano, sus frutas eran muy abundantes y cumplen de cabo a rabo la descripción que mencionas.

- El lamentablemente jamas pudo ver el árbol y yo no supe nada de su paradero, al cumplir quince mi mejor amiga hizo lo que yo jamas tuve el valor de hacer, dejar todo atras e ir por él, con el tiempo las manzanas ya no eran tan frecuentes y por estas fechas apenas crecen, esta es la única de la temporada.



La mujer saco de su bolso una radiante manzana, Naraku no necesitaba usar sus datos para reconocerla, la diferencia era obvia, se sintio ridiculo de estar comparando manzanas pues la diferencia no tenia comparación alguna, era tal cual le habia descrito la abuela a la niña. Naraku no podia simplemente tomarla, era algo demasiado preciado para esa mujer.

( Una manzana tan valiosa como la de la abuela... sin embargo... no puede ser... )

- Entonces su amiga si alcanzo a conocer las manzanas.

- Si, por supuesto, pero solo una temporada, solo una vez.



- Me parece que Ud. se equivoca, ella las probo dos veces, una antes de partir de este lugar, la segunda cuando su esposo volvio por una de ellas para ofrecercela el dia de su matrimonio, la pequeña que me envio por tan preciada fruta no es ni más ni menos que la nieta de su amiga, y si estoy en lo correcto, su abuelo es su amigo, pero eso es tan preciada para ella tambien y atesora tanto sus historias y recuerdos.

La mujer habia dejado caer su pipa, su amigo habia encontrado el camino de regreso a la aldeas, tenia tantas preguntas, pero habia una que predominaba por sobre las demas, las concernientes a su amiga de la infancia.

- ¿Ella esta... Mikuru-chan esta...?



- Viva. Dijo quitandole el peso de encima. - Su nieta quiere preparar un postre especial para su...

- Su cumpleaños, es dentro de tres dias. DIos, es ella... un postre... nuestro postre...

La anciana daba fuertes lamentos pero de alegria, jamas habia esperado en contrar a uno de sus amigos al final de su vida, tanto habia esperado, tantas estaciones del año habian pasado, cada una arrebatandole un poco de su esperanza, dejando atras y más borrosos los más calidos de sus recuerdos, pero con la noticia de Naraku empezaban a volver como una lluvia, una verdadera tormenta en un desierto que jamas lo hubiese esperado y del florecian manzanos con frutas tan bellas como la que la mujer tenia en sus manos. Ella no sabia como reaccionar por lo que Naraku la cogio de las manos sosteniendo de paso la manzana.

- Me parece que el mejor regalo para ella sera que su nieta y mejor amiga le preparen un rico postre de las manzanas que tanto gustan, yo la escoltare hasta ellas y podran por fin reencontrarse despues de tantos años.



- ¡SI! Gracias... no sé como expresar mi gratitud...

- Me basta con que le entregue la manzana a la niña y le ayude a preparar el postre que tanto desea entregar a su abuela, me parece que no esta muy confiada pero de seguro sus conocimientos y compañia seran el ingrediente ideal.

- Una nieta de ellos... por supuesto que lo hare.

Naraku espero que la mujer cerrara la tienda para luego acompañarla a su casa por sus cosas, ahi pudo ver el arbol triple sin ninguna manzana, probablemente al igual que sus dueños estaba al fianl de sus dias, sin embargo al igual que ellos parecia feliz de que quienes le dieran vida pudiesen disfrutar juntas el último de sus frutos. Despues de que terminó Naraku escolto a la mujer y a la manzana del cuento de hadas a su nuevo hogar.